Familia Vocera coordina acciones para el fortalecimiento comunicacional y de redes de GuanaRED
La cita fue a las 3pm del domingo 29 de abril, pero un aguacero detuvo mi paso presuroso. Poco después de media hora, cuando por fin escampó, me dispuse a disfrutar de mi primer “Juglares” en Heredia. Enamorada por el concepto de una combinación de artes, teatro, cuentos, música y poesía, me dejé seducir por aquella invitación y no dudé en asistir.
La temática de la actividad era por el derecho a vivir en paz, el escenario la Casa de la Cultura en Heredia. No hubo lluvia capaz de detener la afluencia de público y alrededor de 80 personas disfrutaban a mi llegada de la trova de Josué Villalobos, que hipnotizaba a los presentes, grandes y pequeños, quienes disfrutaban de sus poemas hechos canciones y de sus frases esperanzadoras que llenaban de luz el lugar.
Franyeri Molina |
Pocas veces he tenido el gusto de presenciar monólogos que me lleven del llanto a la risa, de la tristeza y desesperación a la ternura, monólogos que me hagan recapacitar, que los traiga conmigo por más de una semana y los lleve conmigo, cual momento memorable, a una tarde de café entre amigos. Liliam Ocampo logró su cometido, se quedó en mi memoria, sus cuentos, sacados de retazos de vidas cotidianas, a veces desapercibidas o ignoradas, lograron enamorarme y los rostros de sombro en el público, me dieron la razón. Aquello que presenciamos fue especial.
Música, poesía, un niño violinista, padre e hijo. No preciso sus nombres, fue un momento mágico contemplarlos juntos en el escenario, virtuosos y para nada egoístas, compartieron su talento y deleitaron a la audiencia.
Así como la música de Oscar Espinoza que aquella tarde clamó por paz y justicia en memoria las opresiones sufridas por pueblo Maleku, ojalá el eco de sus letras se mezcle con el aire y que cada respiro nos invite a defender la paz al pie de cada amanecer, como parte de una conquista diaria, un derecho innegable y una necesidad recurrente.
La Paz fue el centro de esta festividad, una convocatoria para reflexionar sobre este derecho, ojalá pudiéramos crear más espacios de concientización, ojalá la defendiéramos más seguido.
Disfruté mucho de mi primer Juglares en Heredia, la experiencia fue mágica y sé que no será la última. Quedan invitados e invitadas a vivir esta experiencia los últimos domingos de cada mes, precaución: puede causar adicción y no nos hacemos responsables.
Isis Amador M
Familia Vocera GuanaRED
Liliam Ocampo |
Oscar Espinoza |