Nos levantamos tempranito, nos encaramamos las tenis y a las 5 de la mañana estábamos ya saliendo para el Cerro de la Cruz de Nicoya. Subimos en grupo a llenarnos de energía; energía que consumimos y reproducimos mientras nos encargamos de ponerle a los últimos detalles de preparación de este II Encuentro de la Red Mesoamericana de Arte; un Caleidoscopio en el Vacío.
Un feeling de miticidad nos envolvía en el peregrinaje al cerro, debido a los pensamientos de que aquí se realizaban rituales espirituales y sagrados desde hace más de 500 años; y hoy, nosotros coincidiendo con nuestros ancestros, cumplimos con la intención espiritual de sentirnos felices de la vida por estar juntos construyendo el encuentro. Desde allá le echamos una ojeada al Valle de Nicoya, por un lado, y al Golfo, la Isla Chira y las montañas del sur de la Península por el otro; y prontito nos regresamos para continuar trabajando.
Hoy somos 9 personas en el equipo de GuanaRED que alista el Encuentro del Caleido; todos alternando en la labor de pintar las mantas y banners; entre calcar los diseños, deliniar los detalles del logo, pintar las letras; todo con la sentida ausencia de la impresión de una máquina láser de esas que resuelven en instantes… pero por dicha con una buena cantidad de manos.
La inspiración por lo que se aproxima a sido el código de comunicación y de esa manera también hemos cocinado los alimentos, repartido invitaciones por Nicoya y mandado otras por e-mail, hecho mandados a la pulpería,… y de tanto en tanto hacemos la pausa tras el llamado de alguno de nosotros que dice: “hey compas, vengan a comer, que se enfría”.
Así transcurre el tercer día, con el matiz de los sones de la música celta y otras del archivo de la compu.
Mañana arrivarán los demás compañeros centroamericanos y costarricenses y será la bienvenida en la playa, la presentación de los participantes y el ritual de inicio.
Ahora dejo de escribir para tirarme al piso a continuar con las mantas que faltan.
Pronto estarán sucediendo cosas nuevas para reseñar...
Saludos desde San Martín de Nicoya.
Un feeling de miticidad nos envolvía en el peregrinaje al cerro, debido a los pensamientos de que aquí se realizaban rituales espirituales y sagrados desde hace más de 500 años; y hoy, nosotros coincidiendo con nuestros ancestros, cumplimos con la intención espiritual de sentirnos felices de la vida por estar juntos construyendo el encuentro. Desde allá le echamos una ojeada al Valle de Nicoya, por un lado, y al Golfo, la Isla Chira y las montañas del sur de la Península por el otro; y prontito nos regresamos para continuar trabajando.
Hoy somos 9 personas en el equipo de GuanaRED que alista el Encuentro del Caleido; todos alternando en la labor de pintar las mantas y banners; entre calcar los diseños, deliniar los detalles del logo, pintar las letras; todo con la sentida ausencia de la impresión de una máquina láser de esas que resuelven en instantes… pero por dicha con una buena cantidad de manos.
La inspiración por lo que se aproxima a sido el código de comunicación y de esa manera también hemos cocinado los alimentos, repartido invitaciones por Nicoya y mandado otras por e-mail, hecho mandados a la pulpería,… y de tanto en tanto hacemos la pausa tras el llamado de alguno de nosotros que dice: “hey compas, vengan a comer, que se enfría”.
Así transcurre el tercer día, con el matiz de los sones de la música celta y otras del archivo de la compu.
Mañana arrivarán los demás compañeros centroamericanos y costarricenses y será la bienvenida en la playa, la presentación de los participantes y el ritual de inicio.
Ahora dejo de escribir para tirarme al piso a continuar con las mantas que faltan.
Pronto estarán sucediendo cosas nuevas para reseñar...
Saludos desde San Martín de Nicoya.
Esteban Alfaro Salas
