Como parte de un proceso integrador que persigue articular y promover el acercamiento entre los actores juveniles comunitarios que producen y sostienen las peñas culturales cantonales alrededor del país, el pasado 16 de Agosto peñeros-as de todas partes de Guanacaste y del territorio nacional se dieron cita en Nicoya (UNA-CEMEDE) para comenzar un proceso de coordinación, capacitación, intercambio y reconocimiento del movimiento de las peñas culturales en Costa Rica, que hoy por hoy es una de las mayores expresiones de emprendimiento y empoderamiento comunitario que nacen de la mano de la cultura y la expresión artística en un contexto que reprime y margina propuestas auténticas, nacidas en las periferias y pueblos lejanos al valle central.
A esta cita acudieron coordinadores de las peñas de Liberia, Cañas, Nicoya, Alajuela, Coronado y miembros activos del núcleo de la GuanaRED para dar un aporte significativo a lo que es ya un proceso histórico y heroico por reivindicar la dignidad del arte que nace y puebla nuestros cantones, con presupuestos limitados pero con millones en energía, motivación, liderazgo y trabajo que nace de las voluntades y los sueños de quienes abrazan la esperanza de volver más real y vivencial el arte, la vida, y el rumor ancestral que nos liga con la tierra madre-abuela, alfarera y campesina que atravieza la mirada joven de estas tierras que a fuerza de la memoria van recuperando sentido...
La mañana fue una fruta fresca, un soplo de abrazos y juegos que nos amarraron y enredaron mucho más. La música suave, el tenue vaiven de la brisa que insuflaba en nuestra alma el olor a verde que puebla la falda del cerro de las cruces. Quitarse la armadura de individuo y asumir la desnudez de lo colectivo, en tanto nos saludamos en la forma que lo hacen los esquimales, los mayas, los aztecas, los ingleses, los alemanes... y la música de Chico Cesar y Habana Blues que entercen los movimientos y nos acercan más.
Por la tarde fue la razón, lo programático, caer a la cuenta de que estamos sin un cinco y que queremos hacer mucho, fue repasar cada peña, sus estrategias, sus logros, sus alcances, sus limites y sus riesgos. Luego ver la agenda, el mes de Octubre que será para defender en batalla campal la territorialidad nuestra como tortugas baulas que quieren desovar y seguir viviendo más allá de un "desarrollo" que margina y excluye. Fue pensar en Diciembre en el Encuentro Anual, fue soñar con la manada de ilusiones que a fuerza de tiempos duros nos ha tocado creernos en la voz y la fuerza de Sheyla:
Corrientes energéticas
violentas, volátiles erizar de pieles
cueros, amores, salivas.
pero no vanos sentires
sino fuerzas cósmicas
recorriendo el vaivén de
mi vientre y mi nariz
Conexiones de paladar y tierra plexo y cielo
Corrientes nada corrientes
de agua baile y fuego
agua baile y viento
Creaciones y certezas
de estar, parir, crecer
Contagiar de correr y volar
manada yo, manada todos.
Al caer la tarde ya el café y el arroz con pollo no lograban dejarnos volver a la faena con facilidad, cansancios acumulados, y el reloj marcando las 5 nos decían que ya era hora de parar. Felices y con la promesa de encontrarnos nuevamente en Alajuela, nos despedimos, nos abrazamos y como la manada de esperanza, de ilusión que somos, nos perdimos en nuestros rumbos cotidianos una vez más. Las peñas son eso, irse para al instante desear nuevamente encontrarnos y vernos como si siglos de soledad hubieran transcurrido.